viernes, 9 de marzo de 2012

EL CASO ALEMAN

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    Alemania ha sido un de los países europeos con más éxito en cuanto a estímulo de la rehabilitación energética, con un objetivo de rehabilitación del 2% anual y un objetivo de reducción de la demanda energética de sus edificios de un 80% antes de 2050 y ha alcanzado, además, impresionantes niveles de cofinanciación público-privada en los proyectos de rehabilitación energética. Desde 2006, cada euro que invirtió el Gobierno alemán como aportación de capital al banco estatal KfW, se tradujo en cuatro euros invertidos por los mercados y por los propietarios de los edificios. En los últimos años esa relación se incrementó hasta 9 veces. Es decir, que los 6 mil millones de euros aportados por el estado a KfW impulsaron 27 mil millones de euros en líneas KfW y la misma cantidad por parte de los propietarios: un total de 54 mil millones en tres años. Este efecto cascada fue generado gracias, entre otras cosas, a la participación de bancos privados con créditos abajo interés.
  
  • Alemania tiene 39 millones de hogares, de los cuales el 75% fue construido antes de 1979 y por lo tanto antes de la introducción de las normativas de ahorro de energía. Hoy en día, Alemania rehabilita alrededor de 200.000 edificios al año (lo que equivale a unas 400.000 viviendas) y, hasta el día de hoy, ha reformado 9 millones de viviendas para que alcancen los estándares de alta eficiencia energética. Las viviendas antiguas utilizan alrededor de tres veces más energía para la calefacción que las nuevas y las inversiones en eficiencia energética han reducido a la mitad el consumo de energía en los edificios reformados desde 2002.
  • Entre 2006 y 2009 la financiación del KfW ha permitido la reforma de eficiencia energética de un millón de viviendas y la construcción de 400.000 nuevos hogares altamente eficientes, y se le atribuye la creación de 240.000 empleos nuevos al año en la industria de la construcción y de los suministros.

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