¿Cómo puede ahorrar un hotel en su gasto energético en diez pasos?
Desde hace tiempo, el ITH trabaja en el Programa Hotel Sostenible, que pretende mostrar y facilitar a los hoteles españoles la integración de tecnologías y equipamientos que logren mayores niveles de eficiencia energética y reduzcan su impacto en el entorno. Así, desde el ITH se propone una hoja de ruta, en diez pasos, que permitirá a los hoteleros mayores niveles de eficiencia energética y sostenibilidad con tres criterios fundamentales: el volumen de inversión y el retorno o plazos de amortización; el nivel de intervención que cada solución exige para su implantación; y el tipo de energía que requiere cada medida. A continuación, el decálogo propuesto.
Hotel cinco estrellas Benalmádena. Málaga. |
1. Procedimientos estandarizados para los equipos. Se deben establecer procedimientos específicos e itinerarios claros a los trabajadores del hotel, especialmente del el personal de mantenimiento, limpieza y de alimentos y bebidas.
2. Ajustar los contratos de suministro de energía. Es importante buscar mejores precios. Contrastar si la potencia eléctrica contratada es adecuada o si se ajusta a las necesidades por tramos horarios, son medidas que se pueden adoptar y que requieren simplemente mirar la factura y renegociar los contratos. También es importante verificar que no existan recargos por energía reactiva en la factura eléctrica; en caso contrario, se debe compensar con una batería de condensadores, que no supone una inversión elevada.
3. Seguimiento avanzado de consumos. Para poder ahorrar energía primero se debe saber dónde actuar. Para ello hay que incorporar un sistema de medición exhaustiva de los consumos, cuyos datos sirvan para actuar sobre otros sistemas del hotel multiplicando los ahorros energéticos.
4. Optimizar el consumo de agua. Es posible reducir el consumo a la mitad y, en algunos casos, incluso aumentar la sensación de confort del huésped del hotel, instalando perlizadores, duchas reductoras de caudal y cisternas de doble descarga.
5. Iluminación eficiente. Elegir opciones más eficientes requiere poca inversión, pero el retorno es muy rápido. El primer paso es cambiar las bombillas clásicas por las de bajo consumo o por LED. También se pueden incorporar elementos de control de iluminación y hacer una zonificación inteligente de las áreas comunes contribuyendo a ahorrar energía.
6. Temperatura ambiente agradable y eficiente, sustituyendo calderas por otras más eficientes a gas. De hecho, el gas cuesta la mitad que el gasóleo y, si además se instalan calderas eficientes, se pueden conseguir ahorros de hasta el 20% de energía y hasta el 50% económico. También es recomendable controlar las temperaturas ambientales del hotel, de forma que se establezca el rango de confort adecuado y evitar sobrecostes. Cada grado de temperatura de más supone alrededor de un 7% más de consumo.
7. Climatización eco-friendly. El aire acondicionado, especialmente en hoteles de costa y durante el verano, es una necesidad imprescindible. Si se instalan enfriadoras más eficientes, con refrigerantes menos contaminantes y con mayor rendimiento, que además permitan recuperar calor para producir agua caliente, se ahorrará energía. También se puede incluir un módulo de free cooling, que permite usar el aire del exterior, cuando la temperatura es óptima, para regular las condiciones del interior del edificio.
8. Sistemas de bombeo eficientes. Hasta el 70% del consumo eléctrico de un hotel proviene de los sistemas de bombeo, que intervienen en casi todos los procesos del hotel (aire acondicionado, calefacción, agua, etcétera). De esta forma, con cambios a equipos más eficientes se puede reducir drásticamente el gasto energético, hasta en un 88%.
9. Mix energético equilibrado. Las energías renovables ya no son una utopía, en el caso de los hoteles la energía solar térmica y la biomasa son aliados para la producción de agua caliente sanitaria. La energía geotérmica o la de microcogeneración ya están consiguiendo excelentes resultados especialmente rentable esta última en establecimientos que dispongan de instalaciones como piscinas climatizadas, spa o lavanderías propias.
10. La piel “termorreguladora” del edificio. El exterior de un edificio es un órgano vivo que, como la piel humana, integra el interior con el exterior y tiene un papel clave en el equilibrio térmico y climático de los edificios y, por tanto, en su consumo de energía. Una manera de empezar sería actuar sobre el aislamiento general de la fachada, instalando sistemas de aislamiento térmico en el exterior en un proceso poco invasivo que no requiere interrumpir la actividad del hotel y que mejora el comportamiento térmico del edificio y el confort de los clientes. Los niveles de eficiencia se pueden incrementar más aún incorporando sistemas de acristalamiento inteligente y marcos más eficientes.
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